De El Universal.com
Una sonrisa es bella siempre y una cirugía para corregir el labio leporino o el paladar hendido le regala una nueva sonrisa al mundo. Pero la magia de esta operación va más allá de eso.
Por más amado que sea, un niño con labio leporino está socialmente relegado. Siempre ha recibido miradas, palabras y gestos de rechazo que han marcado su inclusión y han minado su autoestima porque, ante el espejo, reitera que no es igual a los demás. Tampoco ha aprendido a hablar bien porque no logra hacer los sonidos adecuados, ni a comer correctamente porque se le dificulta masticar.
La magia de una cirugía correctiva de labio leporino o paladar hendido, que apenas dura 45 minutos, consiste en regalarle a ese pequeño una nueva vida.
En Venezuela nacen 4.500 niños al año con estas patologías que deforman labio y paladar. Aunque la incidencia en Venezuela es similar a la de Latinoamérica, 1 por cada 700, es mayor en Barinas y Guárico. Se sospecha que se debe a la alta exposición a pesticidas, lo que sumado a la desnutrición y la falta de ácido fólico, eleva el riesgo de tener un bebé con la patología. Solo en 10% de los casos el origen es hereditario.
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