por Lilly Morgan Vilaró* | Imágenes de Eskup
Desde que se hizo cargo de la operación de la coalición libertadora made in Paris-Washington, que está salvando a los civiles que Kadafhy tenía planeado masacrar, la OTAN ha llevado a cabo unas cuantas incursiones aéreas con total éxito. Tanques, completas formaciones militares y blancos estratégicos han sido destruidos por sus certeros ataques. Se podría decir que donde ponen el ojo, ponen la bala. Se podría, si no fuese que al parecer, dado los resultados conocidos, el ojo no lo ponen. Solo las balas. Ya que han hecho bosta tanto a las formaciones de los pro Kadafhy como a las de los contra Kadafhy. Es que desde arriba, dijo un alto general de la OTAN, todos los gatos son pardos. No sabemos bien quien es quién, parece que enfatizó, y no tenemos tiempo de andar preguntando. Y el pobre hombre tiene su razón. Cada vez que sus aviones pasan por arriba de la no fly-zone, los reciben a los balazos. Tanto los pro como los contra Kadafhy. Los primeros para bajarlos. Los segundos para saludarlos y darles las gracias. Y además todos andan con el mismo uniforme, o sin uniforme, con los mismos vehículos y hasta con las mismas banderas. Así es muy difícil jugar a la guerra.
En la segunda guerra mundial, los nazis andaban todos con el mismo uniforme, caminaban todos juntitos con uno de los bracitos en alto y la patita del otro lado imitando a los gansos, y se la pasaban gritando Heil Hitler. Muy fáciles de identificar. Acá…digo, allá, en Libia, la cosa es un desmadre. Sobretodo del lado de los rebeldes. Pero parece ser que los tipos asumieron sus culpas y avisaron que de ahora en más van a pintar el techo de sus 4x4 de color rosado, para que no los confundan desde el aire. Pero, como no pueden hablar directamente con la OTAN, les mandaron el mensaje por la CNN. Eeeeh…teniendo en cuenta que el ejército de Omar dejó sus camiones y jeeps típicamente militares y empezó a movilizarse en camionetas 4x4 para confundir al enemigo, no me parece muy astuto proclamar la nueva estrategia por TV. “Último momento…los rebeldes han pintado los techos de sus camionetas y tanques de rosado…fue primicia de Crónica TV...¡Ampliaremos!” A no ser que haya sido un mensaje codificado. Y en realidad los van a pintar de verde limón. Que, dicho sea de paso, es mucho más varonil que un rosadito bebé.
Por suerte, y probablemente viendo ese caos, los líderes de varios países africanos decidieron enviar una misión diplomática a Trípoli para ver si pueden lograr un cese al fuego. Porque es evidente que la estrategia de la coalición libertadora no está funcionando. Ya sea porque los rebeldes no dan pié con bola. Ya sea porque Omar no estaba tan solo como decía Obama. O, como le dijo un rebelde, bastante esclarecido, a la CNN: “Ellos tienen mejores armas, mejor disciplina y estrategia, y mejores líderes militares. Nosotros todo lo contrario.”
Lo que me llama la atención es el hecho de que los líderes africanos se hayan embarcado en esta misión diplomática para lograr un cese al fuego en Libia, pero no hayan enviado otra a Costa de Marfil. En donde un presidente no acepta que ya pasó a ser, mediante una elección democrática, el ex presidente, y se ha atrincherado en el palacio de gobierno. Por su parte el flamante presidente electo, avanza a los tiros contra las fuerzas leales al ex, y contra quien sea se interponga en su camino, para tomar el poder que le corresponde. Poder y cargo que ha sido apoyado por la comunidad internacional. Es decir. Un ex presidente malo contra un presidente bueno. Eeeh…no tan así. Ambos bandos se han ocupado de masacrar a los civiles que están tratando de huir despavoridos del país. Porque como ha sucedido en varios otros países de la región, hay un subyacente problema de rivalidad de etnias. Los hombres del ex presidente están matando a los civiles que son de la etnia del nuevo presidente. Los hombres del nuevo presidente están degollando, literalmente hablando, a los civiles que pertenecen a la etnia del ex presidente. Que están huyendo porque saben lo que les espera cuando suba el nuevo. Obama ha dicho que apoya al presidente electo. Que el perdedor tiene que irse. Nuevamente, Usa decide quién es bueno y quién es malo. No importa si “su” bueno esta probando ser tan bestia como el malo. Es más, parece ser que el gobierno de Usa no se ha dado por enterado de las masacres llevadas a cabo por los hombres del bueno. En todo caso dirá luego que dichas masacres fueron realizadas por hombres del bando malo, disfrazados de buenos. Como en el caso de Libia, son todos muy parecidos. Por supuesto que ni se le ha pasado por la cabeza a Obama enviar tropas o coaliciones libertadoras para impedir que ambos líderes, el bueno y el malo, masacren a los civiles. Como tampoco parece tener apuro alguno en enviar o aplicar una no-fly zone sobre Syria. En donde el gobierno ha dicho que caerá con todo el peso de la ley…digo, de su ejército, sobre los manifestantes. Ya no dirá que los que atacaron a los civiles eran personas desconocidas armadas, que luego se dieron a la fuga. Ahora ya están avisados. ¿Saliste? Fuiste. Supongo que Obama no escuchó eso porque estaba muy ocupado tratando que los republicanos le aprobaran el presupuesto. Que se lo aprobaron a último momento, y luego que Barack tuviese que hacer muchas concesiones. Es decir, tachar varios proyectos prometidos en su campaña. Sobretodo los relativos a temas de mejoras sociales.
Los que tampoco escucharon un aviso de las fuerzas armadas fueron los egipcios. Mas que nada, porque no existió tal aviso. La gente fue a la plaza Tahrir a pedir que se investigase a los altos mandos militares del gobierno de Mubarak. Que por esas cosas de la vida, son parte de la junta militar que asumió el poder luego del Twitertazo. Apenas oscureció, las fuerzas armadas entraron a la plaza y repartieron palos por todos lados. Hubo un muerto y varios heridos. Un vocero de la junta dijo que ellos no fueron. Sospechan del Gran Bonete, pero no tienen aún pruebas fehacientes. Los manifestantes están pidiendo ahora que se vaya la junta completa. Porque se sienten, y con razón, traicionados. Me dan pena.
Casi tanta pena como me dieron las egipcias que quisieron hacer una marcha solo de mujeres a la plaza de Tahrir, en los días previos a la caída de Mubarak. Los hombres de sus entornos familiares, padres, hermanos, hijos, no lo permitieron. Ellos quieren una democracia y derechos iguales solo para los hombres. Bueno. La verdad, aunque no sea políticamente correcto decirlo, no me dan tanta pena. Un poquito. Pero no demasiada. Tanto bajo el gobierno de la junta militar, como bajo algún otro que logre subir al poder, las mujeres seguirán siendo ciudadanas de segunda o tercera categoría. Como lo son en Libia. Y en Yemen, Y en Syria. Y Arabia Saudita. Y Bahrain. Y en Costa de Marfil. Y en Marruecos. Y Kenya. Y en Nigeria. Y en Sudán. Y, salvando las distancias…en nuestras casas latinoamericanas…¿cómo andamos? ¿Veremos algún día a Obama, o el mandamás de turno, promoviendo una coalición libertadora para que los derechos de las mujeres sean implementados de una buena vez, y dejen de ser meras palabras impresas en papel? ¿O un párrafo del discurso electoral de algún político, que luego sufrirá un ataque de amnesia y se olvidará de esa parte, una vez que llegue al poder? ¿Otra vez me fui para el lado de los tomates? Pido disculpas. Tanto leer, escuchar y escribir sobre el derecho a la libertad de expresión, a vivir en democracia y todas esas vainas, me hizo acordar que las mujeres somos iguales a los hombres, pero todavía no tanto. ¡Igual, por si acaso, a la OTAN no la llamo ni loca!
- - -
* La autora es periodista, nacida en Argentina, con amplia trayectoria en radio, televisión y gráfica. Trabajó para BBC de Londres y Naciones Unidas, entre otros. Es autora del libro "¡Ay mama!, tenés cáncer" (Editorial Santillana, 2008) Actualmente vive en Rocha, Uruguay.
Lea más artículos de Lilly Morgan Vilaró
Photographer John Moore on 'Epic' Libya Battles, Arab World Revolutions from Mike Fritz on Vimeo.
0 comentarios:
Publicar un comentario