“Confieso que ha habido épocas en que la comedia ha estado corrompida ¿Y qué es lo que en el mundo no ser corrompe todos los días? No hay cosa, por inocente que sea, a la que no puedan los hombres llevar sus propios pecados; o hay arte, por sano que esté, cuyas buenas intenciones no puedan ser desvirtuadas; nada, por muy bueno que sea en sí mismo, que no pueda ser destinado a mal uso. La medicina es un arte beneficioso, y todo el mundo la respeta y la tiene por una de las mejores cosas y, sin embargo, ha habido tiempo que se hizo odiosa, pues a menudo fue convertida en un arte de envenenar a los hombres. La filosofía es un don del cielo y nos ha sido dada para que nuestras mentes puedan conocer a Dios por la contemplación de las maravillas de la naturaleza; no obstante, ya se sabe que frecuentemente se ha hecho de ella un mal empleo y que se han valido públicamente de la filosofía para sostener la impiedad. Ni las cosas más santas están libres de ser corrompidas por los hombres; y vemos a malvados que abusan a diario de la piedad, sirviéndose de ella para los mayores crímenes. Pero no por eso se dejan de hacer los distingos necesarios; no se confunde, con falsa consecuencia, la bondad de las cosas que se corrompen con las malicia de los corruptores; siempre se separa de la intención del arte el mal uso que de él se hace; y así como no se prohíbe el ejercicio de la medicina por haber sido prohibido en Roma, ni lo filosofía por haber sido condenada públicamente en Atenas, tampoco debe prohibirse la comedia por haber sido censurada en ciertas épocas.”
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